La fertilidad en las vacas lecheras, es un rasgo complejo que puede verse afectado por una serie de factores, como la condición corporal (CC), la alimentación o la salud del animal, los cuales pueden sufrir cambios, por ejemplo, debido a las condiciones climáticas.
También la fertilidad puede ser afectada por razones genéticas, sin embargo, de acuerdo a los especialistas, es difícil de mejorar por esta vía debido a la baja heredabilidad y el tiempo que implica. Es por ello que en este contenido, nos centraremos en explicar cuáles son las alternativas que pueden ser útiles para mejorar la fertilidad de las vacas lecheras, sobre todo cuando se ven afectadas por la disminución en el consumo de forraje.
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A través del balance energético
Cuando la forma de alimentación de las vacas es a través de sistemas de pastoreo con ingesta de materia seca (MS), existe la posibilidad de que los animales lleguen al preparto con diferentes tipos de condiciones corporales. Y la razón de esto, es que las vacas pueden verse afectadas por una baja disponibilidad de pasto o, también, porque disminuyen el consumo de alimento en esta etapa de la reproducción.
Las vacas lecheras suelen llegar al final del período de gestación y comienzo de la lactancia, con un balance energético negativo (BEN). Esto puede ser el resultado de un bajo consumo de materia seca o por el aumento en la demanda de energía que se da en esta etapa fisiológica. Pero en este tipo de escenarios, las más afectadas suelen ser las vacas obesas, ya que pueden reducir el consumo de materia seca hasta en 40% unos 3 días antes del parto. Esto provoca una movilización de lípidos y eleva las probabilidades de que se presente una Cetosis (condición metabólica que puede llegar a disminuir la producción de leche, afectar el desempeño reproductivo y desencadenar enfermedades) en el animal. Sin embargo, esta es una condición que también puede presentarse en vacas lecheras con pérdidas muy drásticas de peso.
En estos casos, la forma de evitar la cetosis es promoviendo la acción de la insulina, que es una hormona ligada a la reproducción y que incide en la producción de progesterona. Esta última es la hormona encargada de mantener el útero en óptimas condiciones. Por lo tanto, para evitar la cetosis, lo recomendable es suministrar fuentes de carbohidratos a las vacas, como maíz, sorgo o avena. O, en casos más severos, también es recomendable la aplicación de sueros glucosados (vía intravenosa) y protectores hepáticos.
Mediante el aporte de suplementos minerales
Los cambios metabólicos que ocurren en el preparto, se deben tratar oportunamente para evitar complicaciones durante el parto y postparto. Para ello, es recomendable el suministro de suplementos, como CalciLeche 17, que contengan minerales como: calcio, fósforo, magnesio, zinc, cobre y hierro.
El aporte de bajos niveles de calcio y fósforo, a través de sales minerales, puede promover la movilización de calcio de los huesos, lo que contribuye a prevenir la hipocalcemia y a mejorar los niveles de calcio en sangre. De esta forma, se puede evitar la aparición de casos de “fiebre de leche”, paresia puerperal o hipocalcemia, en las vacas lecheras. Sin embargo, se debe cuidar de no exceder los aportes de calcio, ya que esto puede interferir en la utilización de fósforo, magnesio, zinc, cobre y otros minerales necesarios para la reproducción. En estos casos, lo mejor es que los niveles de calcio no superen el 1% de la ración.
Algunos de los efectos que puede dejar un bajo nivel de calcio, son la alteración de la ovulación, la retención de placenta o el prolapso vaginal. Por otro lado, mediante el uso de suplementos se pueden controlar los niveles de fósforo, los cuales pueden afectar tanto la fertilidad, como la manifestación de celos y la actividad ovárica. También, se puede evitar la deficiencia de magnesio, que puede ser causa de la “tetania de las praderas” o tetania hipomagnesémica, una afección que puede incluso desencadenar la muerte del animal.
Del mismo modo, mediante los suplementos minerales se pueden controlar los niveles de hierro en sangre, así como las deficiencias en cobre, las cuales pueden ser causantes de una reducción en la fertilidad del animal.
Con el uso de suplementos con vitaminas A, D y E
Otra forma de mejorar la fertilidad de las vacas lecheras, es a través del suministro de suplementos, como el Suplemento Mineral Tierras Bajas, que contienen sales minerales con aportes de vitaminas A, D y E. Sin embargo, estas vitaminas también pueden ser suministradas al animal por vía intramuscular.
La importancia de estos aportes, radica en que la deficiencia de vitamina A puede retrasar la aparición del celo, reducir los índices de concepción, ocasionar abortos, aumentar los quistes ováricos, causar muertes embrionarias y propiciar el nacimiento de terneros débiles. Por otro lado, la deficiencia de vitamina D puede ser causante de abortos, involución uterina lenta, nacimientos de terneros débiles o muertos, así como afectar la utilización de fósforo y calcio en el proceso de reproducción.
En cambio, el bajo nivel de vitamina E, puede ser causante de abortos, nacimientos de terneros débiles o muertos, retenciones placentarias, metritis y baja asimilación de selenio. En particular, el selenio puede ser muy benéfico en las vacas lecheras, sobre todo para un mejor transporte del semen y para favorecer la fertilidad. También la combinación de vitamina E y selenio, es importante para elevar la tasa de concepción, la fertilidad y mejorar la implantación de embriones en el útero. Ahora ya conoces cuáles son las alternativas que tienes a disposición para mejorar la fertilidad de tus vacas lecheras, sobre todo con el suministro de suplementos con sales minerales y vitaminas. Pero si llegaras a necesitar asesoría en alguno de estos suplementos para vacas lecheras, en Somex Guatemala estamos para ayudarte. Solo contáctanos y con gusto te apoyaremos para que eleves la fertilidad de tu rebaño de vacas lecheras.